sábado, 16 de mayo de 2009

EL AMOR COMO ESTADO DE SER.


Tras el transcurrir del
tiempo llegas a aprender
que el amor no puede
convertirse en relación,
ha de ser tu naturaleza,
tu estancia ....tu Ser.

El amor es un arma de doble filo y
para los que vivimos alimentandonos
cada día de su pureza y entrega incondicional,
resulta todo un reto el personalizarlo hacia
alguien en especial, porque cuando acometemos
esa aventura, lo hacemos desde nuestras raices,
donde no hay mente ni cuerpo, donde sólo hay
cabida para la fragancia que nos envuelve y nos
conduce hacia el olvido del pensamiento, y así
enfrascarnos en el aroma del sentir.

El perfume de nuestro afecto lo impregna todo,
lo eleva a lo divino y nos ciega en la creencia de
que será cuidado, mimado y ante todo respetado
para que no sufra daño alguno y fluya en libertad.

Pero, como siempre que esperamos algo, erramos,
puesto que el amor no debe esperar jamás, la sola
entrega y el ser compartido es la enorme recompensa
que recibimos de él, más cuando esto se encasilla,
se normaliza y se deja llevar por las manipulaciones
de la pareja todo se pierde, se evapora y se consume
en la brevedad de un suspiro.

Porque el amor no puede existir sin libertad, cualquier
señal de esclavitud o apego extremo nos sugiere que
algo falla, ya no es amor, algo interfiere.........y en ese
mismo instante es cuando debemos reunir el coraje
suficiente para dejarlo marchar, sabiendo que fué un
sentimiento hermoso.....un goce perecedero y limitado,
pero nunca fué Real.........porque cuando la elección es
equivocada nunca nace de nuestro Ser......
Samsara

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